La educación pública y para todos, ha sido la carencia que más se ha nombrado en mi grupo a la hora de evaluar la educación. Destacando en algunos casos la necesidad de que las clases dirigentes deben entender que no tiene que ser “rentable” desde una perspectiva de mercado. Por lo que se hace necesaria una revisión del sistema de becas y los criterios de ayuda para la aplicación de las mismas. Flexibilizando también el acceso a los niveles superiores de la enseñanza.
Cuando se nos pregunta que es lo que más podemos destacar de nuestra vida académica, destaca la relación entre los compañeros, la oportunidad de intercambio con gente nueva e incluso diferente a nosotros en muchos ámbitos. Fomentando también la participación en la vida universitaria, y destacando la importancia de una buena relación entre profesor y alumno, incluso demandando en algunos casos que esa relación solo exista.
La calidad de lo que aprendemos es otro tema a debate, y resulta una demanda la actualización de programas, la aplicación de las nuevas tecnologías. Separando la calidad de los estudios y sus materias con el sistema de mercado en el que nos encontramos, para así poder gozar de una mayor calidad en la enseñanza que aumentaría con esta independencia.
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