El Consejo libio entierra a Gadafi en un lugar perdido en el desierto

PÚBLICO Trípoli 25/10/2011 

¿Justicia o asesinato? ¿Misión humanitaria o reparto de recursos?

La muerte de Gadafi a manos de los rebeldes ha provocado muchos debates, y se ha vuelto a cuestionar el papel de la OTAN en este tipo de intervenciones ya que su naturaleza se evidencia más como una lucha por los recursos ( en este caso el petróleo).

 

Algunos medios pretenden que sigamos considerando a esta organización internacional como defensora de los derechos humanos cuando vemos como se celebra la muerte a manos de los rebeldes de una persona, si es cierto, era un dictador pero también persona. ¿Por qué  no se han utilizado los medios “democráticos” para juzgar los actos que ha cometido? Y cuidado, no defiendo su actitud, pero no creo que sea el final que debería salir en las portadas de la prensa de medio mundo. Además de la mediatización sobre la opinión de muchos países europeos y EE.UU, sobre Gadafi ya es de por si bastante esclarecedora. El cual se convirtió en “bueno” cuando privatiza las empresas petroleras y malo cuando se plantea volver a nacionalizarlas.

 

Es cierto que la necesidad o la ambición por controlar ciertos recursos cada vez es mayor pero yo me planteo si vale todo para conseguirlo, aunque viendo los acontecimientos no hay muchos más que lo piensen en las elites que dirigen países  y organizaciones internacionales. Por lo tanto entiendo opiniones que consideran a la OTAN como el “brazo armado” de los países que lo forman.

Las declaraciones de Hillary Clinton (secretaria de Estado de EE.UU) emocionada y celebrando la muerte de Gadafi, exclamando “Venimos, vimos y murió”, lo cual en mi opinión demuestra en pocas palabras las intenciones en esta y otras ocupaciones. Internet ha recogido numerosas críticas a la actitud de Clinton, pero creo que actualmente es un reflejo de la realidad.

 

Por ejemplo, me gustaría ver como defienden los derechos humanos para la liberación del pueblo saharaui pero es impensable.

 

Por último, imagino que el entierro de Gadafi a manos de miembros del Consejo Nacional Transitorio en el desierto era lo más esperado tras varios días de exhibición pública, incluso macabra de los cadáveres. Evitando así el nacimiento de un nuevo “mártir” o mito para sus partidarios y un lugar de culto para ello.